Fecha: 30/12/2024
Ruta: PTY – BOG – UIO
Vuelos: AV8383/ AV8373
Asientos: 14C/ 30 A
Nave: Airbus A320
Estuve unos días en Panamá para finalizar el año y, antes de que llegue el 2025, era hora de volver a Quito. Este es el reporte de vuelo de mi viaje, con escala en Bogotá.
Aunque un vuelo directo en Copa era la elección obvia, ir en Avianca en estas fechas me costaba casi la mitad, por lo que seleccioné esta opción con escala, que, a la final, no estuvo tan mal.
Mí vuelo a Bogotá partía temprano en la mañana y fui desde mi hotel al aeropuerto en metro. En verdad es una gran opción, el recorrido me tomó un poco más de 45 minutos y tal solo cuesta $0,85. También me gusta que varias partes del recorrido son elevadas por lo que puedes ir viendo la ciudad mientras avanzas.
No tuve nada de fila en seguridad ni migración por lo que di una vuelta por el aeropuerto que cada vez es más grande. La T2 ya está totalmente operativa y es masiva, con varios comercios de lujo y restaurantes, pero lo que más me gusta son los amplios ventanales para hacer Spotting.

El abordaje para mi vuelo empezó con una hora de antelación. No pagué la selección de asiento adicional y, nuevamente, me ubicaron en la fila de emergencia, que tiene todo el espacio de mundo, pero tienes la responsabilidad de abrir la puerta si algo pasara. Los tripulantes te dan una charla breve antes de despegar. El asiento del medio fue libre, algo que siempre se aprecia.

Este vuelo tan solo toma una hora y pasé durmiendo casi todo el recorrido. Al llegar tuve una escala de un poco más de dos horas en El Dorado, que coincidió con la hora del almuerzo y aproveché para comer algo en el Burger King del patio de comidas que está en el segundo piso. Una cosa que no deja de frustrarme de este aeropuerto es que te obligan a pasar seguridad así estés en tránsito, un trámite tan bobo e innecesario que ningún otro aeropuerto de la región lo practica. En fin.
Para el vuelo a Quito me ubicaron en la antepenúltima fila, pero tuve los tres asientos para mí, que siempre es genial. Es el segundo vuelo de este viaje que me pasa esto y te permite un descanso más cómodo, así el trayecto sea corto.

El vuelo tuvo un momento de turbulencia severa y la señal de abrocharse los cinturones permaneció encendida durante todo el recorrido. Un poco antes de descender pude ir al baño. Sin más, no vi a los tripulantes pasar el servicio de pago y llegamos con siete minutos de antelación.

Desde la pandemia Avianca ha eliminado tantas amenidades que ahora es una simple low cost más del montón y evaluar sus vuelos se ha vuelto un desafío, pues no hay mucho que decir. Todo cuesta aparte, desde la maleta de mano al servicio abordo y la selección de los asientos. Es una pena, en sus buenas épocas fue mi aerolínea favorita de la región, famosa por su flamante operación y generosas políticas de equipaje (hasta hace no mucho te permitían como mínimo dos maletas de 23 kg en bodega, sin importar la tarifa). Ahora, si sabes cómo es la cosa, usualmente es la opción más barata y permiten que más gente viaje lo que siempre es bueno.