Los imperdibles

Luxemburgo en un día/ Daytrip desde París

Una de las cosas que más me gusta de Europa es lo fácil y barato que es moverse por el continente. Siempre que lo visito, intento aprovechar al máximo mis días y conocer la mayor cantidad de destinos. En esta ocasión, no fue diferente e hice un paseo de día a Luxemburgo, desde París, que era mi destino principal.

Este es el séptimo país más pequeño del continente y creo que su capital se presta muy bien para una visita rápida de un día. Llegar desde París apenas toma dos horas en TGV.

Increíblemente, esta era mi primera vez tomando un tren rápido dentro de Europa, lo que me emocionaba mucho. Hice este daytrip con unos amigos y tomamos el TGV temprano en la mañana, desde Gare de l‘est, que estaba a una parada de metro desde nuestro hotel.

El TGV me pareció espacioso, cómodo y fue totalmente lleno. Me gusta que los asientos estén enfrentados, para que puedas socializar si vas en grupo. La verdad no se siente la velocidad y es agradable ver los campos franceses mientras transcurre el recorrido.

El tren hace algunas paradas en ciertas ciudades hasta llegar al destino final. Esto es igual que el Shinkansen de Japón, que tomé hace unos años. Las experiencias son comparables, aunque el tren bala japonés se me hizo más moderno y mejor conservado.

Llegamos a eso de las 10:00, a Luxembourg Station, que está perfectamente localizada en el centro de la ciudad. Una cosa que me pareció genial es que el transporte público en Luxemburgo es totalmente gratis y tomamos el tram una y otra vez. Este medio de transporte está muy bien, su frecuencia es casi inmediata y los vehículos que tomé estaban en excelentes condiciones.

El centro histórico de la ciudad es compacto y totalmente caminable. Llegamos con una leve lluvia, lo que siempre es molesto para dar una vuelta, aunque, en este caso, no estuvo tan mal. Me parece tan curioso que esta urbe está en dos niveles y tienes que subir y bajar por un ascensor para apreciarla toda. Con todo, esto es bueno si quieres tomar fotos panorámicas.

No sé si era porque la visitamos un miércoles a finales de mayo, pero en verdad sentí que la cuidad contaba con muy pocos turistas, genial si estás acostumbrado a las permanentes aglomeraciones en las ajetreadas capitales europeas. Esto hizo que la experiencia sea menos más relajada. Me encantó también que cuente con tantos parques y espacios verdes.

Algo que en verdad quería hacer era visitar la Chocolate House Nathalie Bonn. Vi a docenas de youtubers y blogueros de viajes hablar de este lugar, una chocolatería que ofrece una experiencia sensorial y es uno de los establecimientos más populares de la ciudad.

Está en frente del Palacio Gran Ducal de Luxemburgo y, cuando la visitamos, éramos los únicos en el local. Degustar sus chocolates y, sobre todo, la cocoa que preparas diluyendo las cucharas no es exactamente algo barato para lo que recibes, pero creo que vale totalmente la pena y, la verdad, me pareció lo mejor de todo el paseo.

Sin más, recorrimos más de la cuidad por el tram, visitamos algunos centros comerciales y cruzamos el Puente Adolfo, uno de los íconos más representativos del país, para tomar el tren de retorno entrada la noche.

Para un paseo de día en tren desde París, creo que Luxemburgo es una excelente alternativa. Permite una visita satisfactoria en solo unas horas, lo que usualmente es el propósito de este tipo de actividades. No creo que sea necesario pasar más tiempo en esta ciudad, un día es más que suficiente y un buen añadido si tienes varios días en Francia.

Por último, es perfecto si quieres “sumar” un destino y, al menos, decir que conociste un nuevo país de la forma más sencilla.

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