Fecha: 30 – 4 – 2023
Ruta: ASR – IST – ESB
Vuelos: TK2233/ TK2192
Asientos: 08A/13E
Naves: Airbus A320/ Boeing737 – 800
Pasé alrededor de 36 horas en Capadocia este pasado abril, con el propósito de hacer una visita exprés, conocer los puntos turísticos más importantes y ver los globos (la mañana que estuve no volaron 😔). Con ese sinsabor, era momento de volver a Estambul y conectar para ir a Ankara, la capital turca.
El vuelo a Estambul salía casi a la medianoche. Llegar al aeropuerto desde Göreme, donde está todo lo turístico, es increíblemente costoso y toma más de una hora. Ya en la terminal, había una demora con todos los vuelos y una aglomeración de pasajeros considerable.
Honestamente creo que nunca he estado en un aeropuerto con condiciones tan deplorables. Es un desastre, sobre todo teniendo en cuenta la importancia del destino. El área de partidas es tan pequeña considerando la cantidad de pasajeros, tiene apenas una pantalla para ver el estado de los vuelos, un baño que, en ese momento, necesitaba una limpieza urgente y no hay un solo restaurante. En verdad no sé qué onda. El vuelo a Estambul se retrasó más de una hora y, cuando al fin logramos abordar, como suele pasar, pasajeros y tripulantes estaban de un pésimo humor.
ASR – IST
Este vuelo fue operado en un A320 bastante moderno, con IFE y puertos USB. Me tocó en el asiento de la salida de emergencia con legroom prácticamente infinito y la pantalla salía del costado. Pensé que me iban a dar un instructivo para abrir la puerta en caso de emergencia, pero no pasó nada.
Este IFE funcionó bastante bien. Contaba con variedad de series y películas turcas, pero también tenía un segmento de HBO Max en inglés, incluyendo los especiales de Friends y Harry Potter, que fue lo que vi.
Prácticamente al momento que el avión alcanzó la altitud crucero inició el servicio, que fue exactamente el mismo que en el vuelo de llegada: un sándwich de queso con atún y bebidas. Por la duración, hora, el hecho de que es un tramo local y el precio del boleto, me parece muy generoso.
Encima más, la tarifa economy de Turkish, sea doméstica o internacional, también incluye equipaje de mano y maleta en bodega. Su modelo es legacy por donde se lo mire, lo que me parece increíble en este mundo post pandemia en el que prácticamente todas las aerolíneas cobran aparte por estos servicios.
Ya para aterrizar, una cosa que me encantó fue ver el panorama de Estambul por la noche desde los cielos. El desembarque fue por escaleras a un bus que nos llevó a la terminal. Era de esperarse.
IST – ESB
Para el trayecto hasta Ankara, el vuelo fue operado en un 737 – 800. La cabina es bastante similar a la del A320, igual con IFE (la pantalla algo más antigua y sin puertos USB. Sorprendentemente, en este caso, el abordaje fue por manga.
Este vuelo dura tan solo 50 minutos y, a pesar de que fue de madrugada, lo sentí de lo más relajado. Pensé que por el horario y la corta duración no iba a tener servicio. Sin embargo, una vez más, cuando llegamos a la altitud crucero, ahí apareció el carrito. Ahora el sándwich era de huevo, pero estuvo bien.
Para cuando aterrizamos prácticamente ya empezaba el amanecer y, después de volar básicamente toda la noche, solo quería llegar a mi destino final.
El producto economy de Turkish es increíblemente competitivo y, debo decir, uno de los mejores que he probado en mi vida. Recibes tantas amenidades en vuelos cortos, así sean domésticos, impensables en tantas otras aerolíneas legacy. A pesar de los percances en el aeropuerto de Capadocia, en este caso la aerolínea y sus operaciones fueron flamantes.
En verdad aprecio su atención al detalle y la hospitalidad del personal. Espero que sigan así. Su “producto suave” es un excelente punto a favor ahora que hay tantas opciones para moverse por el mundo.