FECHA: 04 – 10 – 2022
RUTA: LIS – ATH
VUELO: A3723
ASIENTO: 12A
NAVE: Airbus A321 NEO
He estado intentando ir a Atenas por más de tres años y, al fin, en 2022, pude concretar mi primera visita a Grecia.
Esta era mi tercera parada en este viaje y me emocionaba mucho hacer este trayecto en Aegean, la aerolínea bandera de Grecia. Además de ser miembro de Star Alliance, tiene una buena reputación entre las empresas de aviación del viejo continente y Lisboa es uno de sus vuelos más largos. Este tramo toma un poco menos de cuatro horas y se hace de madrugada, llegando con el amanecer, por el cambio de hora.
Estuve en el aeropuerto con casi tres horas de anticipación, ya que me fue imposible hacer el check in online. Ni siquiera funcionaba en la app. Me comuniqué por mensajes directos de Twitter (usualmente tengo suerte en obtener una respuesta directa por esa red social) y me indicaron que era mejor hacerlo presencialmente.
Para mi buena fortuna, me ubicaron en un asiento de ventana en las primeras filas (será tal vez porque tengo status en Copa, otra aerolínea de Star Alliance) y tuve toda la fila para mí (me ha pasado algunas veces y en verdad me encanta cuando eso sucede). Asimismo, al hacer el registro, ofrecieron enviar mi maleta de mano en bodega (a penas una pieza y solo de 8 kg en la tarifa basic, que fue la que pagué) sin costo, lo que está muy bien, pero sería aún mejor si fueran más generosos con el equipaje permitido.
El vuelo fue operado en un A321 NEO con capacidad para más de 200 pasajeros. Es el más grande y moderno de la flota de Aegean. Cuenta con cabina business. Tiene un espacio aceptable entre asientos y un puerto USB, lo que es una rareza en las aerolíneas europeas y algo totalmente apreciado. Además, siguen publicando su revista, que me parece genial.
El abordaje fue por manga y despegamos como 40 minutos tarde. Es la primera vez que vuelo el A321 NEO y me pareció un narrow body fabuloso, sobre todo en el despegue, que se siente muy suave. Su modernidad es evidente. Esta aeronave contaba con Wi-Fi y te dan 10 minutos gratis. Es la primera aerolínea que veo que hace algo así. Las estadounidenses te dan mensajes ilimitados gratuitos, pero no te dejan navegar. No sé qué prefiero.
Increíblemente, ya en el aire, empezó un servicio, lo que me vino muy bien. Me parece excelente que lo mantengan. Cada vez se ven más limitaciones en cuestión de la experiencia a bordo, sobre todo después de la pandemia. Que genial que Aegean lo mantenga, sin importar la hora que sea el recorrido. En este caso fue un sándwich de pavo en pan de maíz con una barra de ajonjolí con miel y bebidas no alcohólicas completas. Estuvo ok, con todo no creo que tengo derecho a quejarme.
Otra cosa que me sorprendió es que la aeronave contó con IFE en dispositivos personales. Solo tenía un par de capítulos de algunas series, unos documentales de viajes e información de la aerolínea. Es mejor que nada, pero al menos lo tienen.
Por lo demás aproveche todo el espacio que tenía para intentar dormir algo. Llegamos con lo que salía el sol. El aeropuerto de Atenas está muy bien y cuenta con una línea de metro que permite una conexión directa al centro de la ciudad. También hay una serie de autobuses que te llevan a la plaza Syntagma por menos de 5€, que fue el transporte que elegí. Es algo demorado, sobre todo por el tráfico de la mañana, pero es sumamente conveniente, de seguro más cómodo que el metro y por el precio está bien.
He volado en al menos siete aerolíneas europeas en vuelos intercontinentales y, sin duda alguna, esta ofreció la mejor experiencia en cabina. Ahora que tantos vuelos dentro del espacio Schengen, sin importar el tipo de empresa, son infames por ser totalmente bare bones, este me pareció lo más similar a una ruta internacional operada por una legacy antes del dominio del modelo low cost, que ha canibalizado todas las amenidades. A pesar de la hora, este recorrido fue tan bueno como puede ser para un ticket de economy.