He tenido la buena fortuna de visitar Europa varias veces y una cosa que no deja de sorprenderme es lo fácil que es hacer paseos cortos de día. Alejarse de las grandes ciudades para conocer los poblados más pintorescos o importantes atracciones históricas es sumamente sencillo, conveniente y, con un poco de investigación, en muchos casos, nada costoso.
En esta ocasión, estaba en Madrid y decidí hacer un paseo al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial con mi hermana. Este lugar está a un poco menos de hora y media del centro de la ciudad, en tren. Es el panteón de los reyes españoles, construido entre 1563 y 1584, por orden de Felipe II. Alberga una Biblioteca, el Convento y los Cuartos Reales de los monarcas de la época. El folleto que te entregan a la entrada dice que es Patrimonio Nacional y que está considerado como la octava maravilla del mundo.
Para llegar, tomamos el Renfe de cercanías que parte desde la estación de la Puerta del Sol. El viaje apenas cuesta 8€ ida y vuelta. Vi tours en Get Your Guide o Viator, en donde cobran más de $50 por exactamente el mismo recorrido, lo que me parece un abuso completo.
Este tipo de servicios siempre son más cómodos, pero son más restrictivos y no creo que el valor que cobran se justifique. Por eso me parece que, con investigación y planificación, hacer un daytrip de forma independiente siempre es mejor, cuando hay chance.
La estación de cercanías está a unos 15 minutos a pie del monasterio. El día estaba bastante agradable, por lo que, la verdad, ni sentí la caminata. Entrar a la atracción cuesta 12€. Hicimos la visita un sábado al mediodía y pensé que iba a estar abarrotado de turistas, pero este no fue el caso. No hicimos nada de fila para ingresar y varios espacios estaban libres de gente. Al entrar, te obligan a dejar tu mochila y pertenencias en un locker, que cuesta 1€, pero te lo devuelven a lo que sacas tus cosas.
Todo el monasterio es en verdad imponente y lleno de historia. El Patio de los Evangelistas es como un patio interno central, que da paso a los diferentes rincones del recinto. El Claustro Principal tiene un fresco que ocupa varias paredes y en esta planta está también la Iglesia Vieja, que se usó hasta que finalizó la construcción de la Basílica. También hay áreas que albergan el palacio de los Borbones y el palacio de los Asturias, donde se ven las estancias que usaron las familias monárquicas españolas.
La verdad, lo que más me impresionó dentro del monasterio fue la Real Biblioteca, fundada por Felipe II, como un centro de saber científico y humanístico. Tiene cientos de libros de la época, manuscritos de la era del renacimiento y lo que me imagino, fueron los primeros mapamundis. Lamentablemente, en este espacio, las fotos están prohibidas y hay guardias en cada esquina, monitoreando que nadie saque el celular.
En vedad quería entrar a la Basílica, pero se estaba llevando a cabo un matrimonio, por lo que la cerraron para los visitantes ese día. Bueno, en fin. El recinto también tiene una especie de subsuelo, donde está el Panteón de los Infantes y uno más abajo aún, donde está el Panteón de los Reyes. Aquí están sepultados todos los miembros de la familia real y los reyes de España, desde Carlos V, respectivamente.
Por lo demás, creo que la mejor parte de todo este lugar son los jardines fuera del complejo. Su paisajismo es de inmensa belleza, están tan bien cuidados y con el monasterio de fondo, en verdad se prestan para fotos espectaculares. Me recordaron un poco a Versalles. Inclusive se pueden ver las edificaciones más altas y modernas de Madrid a la distancia desde aquí.
He estado en Madrid varias veces y he tenido la oportunidad de hacer diversidad de daytrips desde la cuidad. Este fue uno de los que más disfruté. Llegar en transporte público es increíblemente conveniente, hacerlo no es nada costoso y conocer este atractivo histórico está muy bien. Además, toda la visita se puede hacer en medio día o menos, lo que ayuda a que no sea un plan tan cansado. Puede ser un excelente complemento al visitar la capital española.
