FECHA: 12 – 2 – 2021
RUTA: UIO-BOG
VUELO: 7064
ASIENTOS: 10B
NAVE: Boeing 737 -800
Me gusta aprovechar el feriado de carnaval para hacer escapadas cortas y este año no fue la excepción, a pesar de la coyuntura. Con las opciones limitadas, me decidí por Bogotá. He estado en la capital colombiana dos veces ya, pero solo algunas horas, gracias escalas largas que aproveche para salir y dar una vuelta. Quería conocer más de esta ciudad y me parece que se presta perfectamente para una visita rápida, de algunos pocos días, desde Quito.
Consideré mis opciones y escogí hacer el vuelo con Wingo. Esta aerolínea low cost es relativamente nueva en el mercado doméstico y suele ofrecer las tarifas más bajas, aunque solo opere dos veces por semana. Avianca me ofrecía un costo relativamente similar (reducen considerablemente sus precios los días que tienen que competir con esta alternativa), pero no me permitía la opción de hacer cambios sin penalidad y su horario era bastante más incómodo, mientras que Wingo ofrece un cambio sin problema. Siempre es bueno contar con un beneficio de este tipo, en caso de cualquier eventualidad.
Para este viaje, las fechas y horarios de Wingo coincidían perfectamente con mis planes. Además, siempre me gusta probar nuevas aerolíneas por lo que, sin duda, era la mejor opción.
Compré el pasaje con unos meses de anticipación en su página web. Solo es posible hacerlo con tarjeta Visa o MasterCard, aunque también permiten guardar la reserva y acercarse a pagarla en Servipagos.
Esta aerolínea es una low cost en el más puro sentido de la palabra y todo tiene un costo adicional: equipaje, selección de asientos y alimentos. Inclusive el check in en el mostrador y la impresión del pase de abordar hay que pagarlos aparte. Su tarifa más baja, que fue la que elegí por mi corta estadía, solo te permite llevar un artículo personal, como una mochila. La maleta de mano se cobra aparte.
48 horas antes del vuelo recibí un mail que me informaba que el check in ya estaba abierto. Lo hice sin problema desde su página web. Si quieres elegir asiento, pagarás $18, lo que me parece algo costoso para un vuelo tan corto, de poco más de una hora. Decline esa opción y, como era de esperarse, me ubicaron en el asiento del medio.
El día del vuelo llegué al aeropuerto con 90 minutos de anticipación. Cómo ya tenía mi pase de abordar, me dirigí al área de seguridad y migración. El aeropuerto estaba con poca concurrencia y todo me tomo menos de 10 minutos. Mi grupo de abordaje era el último, por lo que esperé en la sala Vip del Mariscal Sucre.
El vuelo partía a eso de las 20:30 y lo bueno de estar en la sala Vip a esa hora es que las opciones de comida son bastante más elaboradas para la cena. En este caso hasta ofrecieron sushi. Estuve en la sala un poco más de una hora y me dirigí a la puerta de abordaje justo a lo que iniciaba el embarque de mi grupo.
Ahora, antes de embarcar, el personal de tierra revisa tu prueba PCR y un formulario que hay que llenar online para ingresar a Colombia. El vuelo fue totalmente lleno.
Este 737 -800 es heredado de la flota de Copa y lo sentí totalmente estrecho. Cómo es de esperar, no ofrece ningún tipo de servicio ni entretenimiento, pero lo cierto es que es un trayecto tan corto que la verdad no hace tanta falta.
Usualmente el vuelo cuenta con un servicio de venta de alimentos, pero en esta ocasión, no lo ofrecieron. Sin embargo, los tripulantes anunciaron la opción de comprar café colombiano, cobijas y mochilas de gimnasio con la marca de la aerolínea como souvenirs por el altavoz repetidamente. Me parece un servicio algo extraño, aunque supongo que hay gente que suele adquirirlo para que lo ofrezcan tan insistentemente.
Fue un trayecto con algo de turbulencia, que se me pasó extremadamente rápido. Llegamos perfectamente a tiempo.
Wingo ofrece un servicio adecuado, si sabes lo que estás comprando. Algo bueno de este modelo de negocio es que permite que mucha más gente tenga acceso a viajar. Por ello, no me sorprende que el vuelo vaya al 100% así sea en tiempos de pandemia y con todos los requisitos que ahora se deben cumplir. Son estas alternativas que han hecho que el trayecto a Bogotá sea el segundo más transitado desde el Mariscal Sucre.