Trip Reports

Chicago (ORD) a Quito (UIO) en United Airlines (Economy)

FECHA: 9-10-2020

RUTA: ORD – IAH – UIO

VUELOS: UA 352, UA 1035

ASIENTOS: 30A, 31A

NAVE: Boeing 737 -800/ 900

A inicios de mes realicé un viaje a Chicago y, después de alrededor de una semana en esta ciudad, llegó la hora de volver.

El día del viaje salí de mi hotel en el Loop con tres horas de anticipación y tomé el tren azul que te lleva a O ‘Hare desde el centro de la ciudad por apenas $5, aunque en esta ocasión, por alguna razón, solo me cobraron $3. Le pregunté a una encargada en la terminal y me dijo que estaba bien. Este es un excelente servicio y el costo es tal vez el más conveniente para un acceso rápido al aeropuerto entre las grandes ciudades del mundo, aunque mi hospedaje estaba a 15 minutos a pie de la parada más cercana y caminar por la ciudad con dos maletas no fue la mejor experiencia.

ORD – IAH

Llegué con una hora y media de anticipación. Chicago O ‘Hare en verdad es el aeropuerto de United (es su hub principal y donde está la matriz de la aerolínea) y se ve gran movimiento de vuelos hacia todo los EE. UU y el mundo, así se esté en tiempos de pandemia. Hice el check in en uno de los quioscos y, como mi viaje era internacional, con todos los protocolos de entrada y salida, se demoró mucho más de lo común. Además, tuve una larga fila en seguridad. Quería dar una vuelta por las terminales, pero con el tiempo justo para el embarque, esto no fue posible.

Movimiento en O ‘Hare

Llegué a mi sala de espera con la hora. El abordaje estuvo algo demorado y se desarrolló desde atrás hacia adelante, igual que en mis vuelos de ida. Despegamos unos minutos tarde. El Wi-Fi del aeropuerto funcionó sin problema dentro del avión. Me encanta cuando eso pasa.

Se recupera el tráfico aéreo

En este caso la nave era un 737-  900, con IFE personal, DirecTV, ocho películas y streaming en los dispositivos personales.

El vuelo tuvo algo de turbulencia, pero estuvo bien. Los tripulantes ofrecieron bebidas y una funda con una botella de agua, pretzels y unos stropwafels. Cómo el vuelo es tan corto, de menos de dos horas, no vi casi nada del IFE. Pasé mi tiempo intentando dormir.

Al llegar a Houston Intercontinental, tuve una escala de más de dos horas. Usé el tren que conecta las terminales para buscar un lugar donde comer, ya que este aeropuerto, por lo visto, tiene menos movimiento de gente y no todos los comercios están abiertos.

Solo en el tren de Houston Intercontinental

IAH – UIO

Llegué a la sala de embarque con buena anticipación, pero el vuelo estuvo demorado por casi una hora y fue bastante lleno. El avión fue exactamente el mismo que a la ida: Un 737 – 800 con IFE personal, un tanto más antiguo que el del trayecto anterior. Una vez en el aire, el DirecTV del IFE solo funcionó en el espacio aéreo estadounidense por lo que, cuando salimos de este, use su servicio de streaming en mi iPad. Es bueno y tiene bastante contenido de series y películas, aunque en este aspecto sigo pensando que Delta ofrece la mejor opción.

Con alrededor de una hora y media inició el servicio. En este caso fue sándwich de pollo y bebidas, la única opción. Me pareció bien que ofrezcan una comida más completa considerando que, repetidamente al comprar el pasaje, se me informó que no iba a haber servicio de ningún tipo y, en los otros trayectos, solo me ofrecieron snacks.

Los tripulantes aseguraron que el vuelo iba a tener bastante turbulencia, sobre todo durante el despegue, pero, la verdad, no la sentí. Recuperamos algo de tiempo en el aire y el aterrizaje fue solo 22 minutos tarde. 

El desembarque fue algo caótico, con gente poniéndose de pie antes de que llamen a su fila y los encargados repitiéndoles varias veces que por favor esperen su turno. Ahora, al llegar al Mariscal Sucre, hay un área habilitada en las salidas domésticas a la que todos los pasajeros deben dirigirse de inmediato, donde te toman la temperatura y tienes que presentar una PCR con resultado negativo de hace máximo 10 días, para evitar el aislamiento. Quienes no la presenten deberán hacerlo en sus casas hasta que se realicen el hisopado.

Es algo frustrante y creo que el proceso podría ser más ordenado, pero supongo que es necesario. Son estas acciones las que han permitido que los cielos ecuatorianos se vuelvan a abrir.

Este fue mi primer viaje en United y, considerando la situación, me parece que su servicio es más que adecuado, comparable con las otras legacy de los EE. UU y de Latinoamérica. Esto fue una buena sorpresa, dada su terrible reputación en años pasados. Ofrecen una alternativa adecuada pasa viajar hacia Norteamérica y el mundo, sobre todo para quienes acumulan sus millas en Star Alliance.

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