FECHA: 25-02-2020
RUTA: MEX-PTY-UIO
VUELOS: CM135, CM211
ASIENTOS: 21A – 24A
NAVE(S): Boeing 737 – 800
Este pasado febrero, cuando viajar era posible, realicé un viaje rápido a México. Después de tres días en la CDMX y una escapada de día a San Miguel de Allende, era hora de volver, desconociendo todo lo que estaba por venir. Este es el reporte de vuelo de mi regreso a Quito en Copa Airlines, vía Panamá.
Mi vuelo salía temprano en la tarde y estuve en el aeropuerto con buena anticipación. Había escuchado historias de terror de aglomeraciones en el Benito Juárez a esa hora y, a pesar de haber hecho el check in online, preferí ir temprano y evitar cualquier inconveniente. Sin embargo, estuvo bastante fácil. No hice nada de fila para dejar la maleta y seguridad se movió rápido. Aproveche el tiempo para dar una vuelta, comer algo y gastarme mis últimos pesos en el 7- Eleven del aeropuerto, que ofrece el best value de toda la terminal.
El abordaje inició casi con una hora de anticipación, con aglomeración en la manga (odio cuando eso pasa). El avión fue uno de los 737-800 más modernos en la flota de Copa, con puerto USB e IFE personal. En esta ocasión tenía 48 películas y 54 capítulos de series.
Dimos vueltas en la pista por un largo rato, algo común en este aeropuerto colapsado. Una vez en el aire, el servicio empezó casi de inmediato. Las opciones eran sándwich de carne o un burrito. Opté por el segundo y estuvo bastante básico. El vuelo tuvo algo de turbulencia ligera, pero, por lo demás, fue un trayecto sin novedades
Un poco antes de aterrizar, todas las pantallas reprodujeron un video con indicaciones de cómo proceder en Tocumen si se tiene una conexión o si Panamá es el destino final. Aunque me parece un tanto innecesario, supongo que es útil para quienes usan la aerolínea por primera vez.
A la hora del desembarque, me sorprendió que éste no fue mediante una manga, sino por las escaleras hacia un autobús que nos llevó a la terminal. Es la primera vez que me pasa esto en Tocumen y, como mi escala era de menos de una hora, fue increíblemente frustrante. El proceso hasta llenar el autobús con todos los pasajeros y su equipaje de mano fue sumamente lento. Llegué a mi puerta de embarque cuando el abordaje ya había iniciado.
El trayecto a Quito desde la Ciudad de Panamá es bastante corto, por lo que usan su flota antigua y sus años se sienten. El vuelo estuvo lleno en un 90% y el despegue fue a tiempo.
Con 40 minutos en el aire inició el servicio. Las alternativas fueron sándwich de pavo o de carne (parece este último es el clásico de esta aerolínea. Lo sirven en casi todos sus vuelos). Opte por la opción de pavo. Para mi sorpresa, las pantallas overhead del avión bajaron y reprodujeron un capítulo de Friends. Es una costumbre que habían dejado de lado en años recientes, pero me parece bien que la estén retomando. El aterrizaje fue con la hora.
Este vuelo de Copa aterriza cerca de la medianoche y es, probablemente, el peor horario para llegar a Quito. Coincide con los arribos de Delta, American, JetBlue y, en esta ocasión, con Gol desde Sao Paulo. Por ende, el área de migración siempre está abarrotada, con pasajeros y personal de mal humor. A pesar de todo, el trámite de entrada al país no me tomó más de una hora.
Entre diciembre y febrero volé con esta aerolínea tres veces. Las experiencias fueron bastante uniformes. Sus precios (la mayor parte del tiempo), horarios, amenidades y servicio son adecuados. No es por nada que es la primera opción para los ecuatorianos que quieren moverse por el continente. En verdad espero que, cuando termine la pandemia, Copa Airlines continúe con su alto estándar.
