FECHA: 25 – 12 – 2019
RUTA: UIO – PTY – SCL
VUELOS: CM158, CM277
ASIENTOS: 20C- 20A
NAVE: Boeing 737 – 800
Todos los diciembres mi oficina cierra por las fiestas, por lo que tengo unos días libres que aprovecho para viajar. Si estoy fuera del trabajo y no estoy en un avión, estoy perdiendo el tiempo. En esta ocasión en verdad quería conocer un destino nuevo. Después de considerar algunas opciones, me decidí por Chile, uno de los países que me faltaba en la región y un lugar que en verdad quería visitar.
Aunque LATAM vuela directo a Santiago cuatro veces a la semana y Avianca permite una conexión más sencilla a través de Lima o Bogotá, Copa me ofrecía la mejor tarifa, un horario conveniente y una escala veloz. Esto sumado al hecho de que el precio del ticket me incluía una maleta en bodega (LATAM la cobra por separado) y acumulo mis millas en Star Alliance, la elección era obvia, así me toque “subir para bajar”.
El check in
Descargué la app de Copa en mi celular unos días antes de mi viaje anterior a México, a inicios de diciembre. Ha mejorado bastante de lo que solía ser y 24 horas antes del vuelo me informó que el check in ya estaba abierto. Revisé los datos, acepté y recibí los pases de abordar en mi correo de inmediato, todo desde esta plataforma.
Llegue al aeropuerto con dos horas de anticipación. No hice mucha fila en el área exprés que Copa ofrece en sus counters para quienes hicieron el check in online. Sin embargo, como este vuelo despegaba a lo que cae la tarde, coincidí con los de Iberia, KLM, Avianca y Wingo. Tuve una larga fila en seguridad (se movió bastante rápido) pero solo un poco en migración. Todo me tomó menos de media hora.
Ingresé a la sala VIP a esperar el abordaje y esta estaba en verdad abarrotada, pero logré conseguir una mesa. Aproveché para comer algo (como era 25 de diciembre, la oferta de comida caliente era navideña y la verdad, la evité. Opté por sándwiches de la barra y unas galletas de la parte de dulces). Usé su buen Wi-Fi y vi cómo avanzaba la obra de la ampliación.
UIO – PTY
El abordaje empezó bastante tarde y me tocó en el último grupo. Fue algo caótico, con aglomeración en la manga (odio cuando eso pasa). No obstante, fui el primero de mi fila. El recorrido fue en uno de los 737-800 viejos, sin entretenimiento personal. Supongo que como el vuelo es tan corto, usarlos para esta ruta ahora es un estándar. Las pantallas overhead reprodujeron videos turísticos de Aruba durante el abordaje y luego el video de seguridad. Los tripulantes usaron gorros de navidad, pero estaban algo irritables, asumo porque les tocó trabajar en la festividad. El avión fue lleno en un 80%.
30 minutos después del despegue inició el servicio. Las opciones eran sándwich de carne o empanada de pollo. He tomado este vuelo varias veces y siempre ofrecen este sándwich. Realmente es una hamburguesa. Solo está bien. Escogí la empanada (era más como un wrap).
Dimos vueltas en la pista por 15 minutos antes de despegar y llegamos con la hora. A la llegada, una gran sorpresa fue que la puerta de embarque de mi siguiente vuelo estuvo literalmente al lado de la puerta de desembarque, lo que me evitó un gran trayecto por el Hub de las Américas. Como mi escala era de menos de una hora, esto estuvo genial, en particular porque la fila para abordar ya se había formado.
Nuevamente me tocó en el último grupo, aunque estuvo bien. La ruta Panamá – Santiago es una de largas de Copa. Dura algo menos de siete horas. Es un red eye algo incómodo, pero he realizado trayectos más agotadores entonces no se me hizo tan malo.
Este vuelo fue en uno de los 737-800 más modernos, con IFE personal, cobija y audífonos. No repartieron almohadas. Lamentablemente, el avión estaba extremadamente sucio. Otra vez el despegue estuvo demorado y el IFE contó con las mismas opciones que en mi vuelo anterior a México, semanas atrás.
Con una hora en el aire empezó el servicio de cena. Las alternativas eran pasta a la boloñesa o pollo con vegetales. Escogí el pollo y estuvo bien. En el transcurso del viaje pasaron agua dos veces. Vi algo del IFE y dormí un poco.
Una hora y media antes de aterrizar los tripulantes pasaron un segundo servicio de snack y bebidas. Por la hora vi a muchos pasajeros rechazarlo. Llegamos unos minutos antes, con lo que salía el sol.
El producto economy de Copa en sus rutas de largo radio es justo como lo recordaba. Ofrecen un servicio apropiado y mantienen muchas amenidades que otras aerolíneas están eliminando. Con dos comidas, IFE personal (este es un pequeño talón de Aquiles. Podrían mejorarlo un poco y aumentar la variedad), bebidas alcohólicas, selección de asiento sin costo y una maleta en bodega (antes eran dos, pero al menos la siguen incluyendo en el precio del ticket), el hecho de que mantenga todos estos beneficios que se están volviendo lujos la ubica por encima de la competencia.