FECHA: 05/3/2019
RUTA: Cusco (CUZ) – Lima (LIM) – Quito (UIO)
VUELOS: LA2002/LA1448
ASIENTOS: 9A/11A
NAVES: Airbus 320/319
Después de una visita exprés al Cusco, Machu Picchu y alrededores este pasado marzo, era hora de volver a casa. Este es el trip report de mi regreso a Quito en LATAM, con una escala larga en Lima, que aproveché para salir a dar una vuelta en la ciudad.
El check in
Unas horas antes del vuelo me registre en su página web sin problema. En esta ocasión respetaron los asientos que seleccioné al comprar el pasaje, lo que no sucedió en mi vuelo de ida. Como partía en uno de los primeros vuelos de la mañana, tuve que estar en el aeropuerto extremadamente temprano, antes de las 04:00.
El Alejandro Velasco Astete es relativamente chico y, como solo viajé con un carry on, únicamente imprimí los pases y pasé por seguridad, directo a la sala de espera. Todo el trámite lo hice en menos de 20 minutos.
A lo que inicia el día, tres vuelos parten simultáneamente a Lima y la terminal estaba totalmente llena, con muy pocas tiendas abiertas por la hora y Wi-Fi solo de pago.
Cuzco – Lima
Para abordar, los pasajeros se formaron antes del llamado y los agentes dividieron la fila en dos, según el equipaje de mano. Quienes viajaban con un artículo personal únicamente, abordaron antes.
En este trayecto el A320 de LATAM Perú estuvo bastante limpio, con el espacio estándar de 32”, sin entretenimiento personal (que está bien para una ruta doméstica tan corta) y a mi parecer, en mejores condiciones que los A319 de LATAM Ecuador.
La aeronave todavía tenía el livery antiguo de LAN (ya deberían unificarlos con la nueva imagen, la fusión con TAM tiene más de tres años) y en mi fila el asiento del medio estuvo libre, lo que siempre es genial.
Fue un vuelo tranquilo, sin novedades y casi sin turbulencia. No hubo ningún tipo de servicio, ni de venta y la cabina estaba un poco fría. Este trayecto tan temprano es excelente para ver el amanecer en los Andes y llegar a Lima con lo que sale el sol.
Tuve una escala de alrededor de ocho horas en la capital del Perú y la aproveché para salir a dar un paseo en la ciudad. Tomé el Lima Airport Express que te lleva a Miraflores por $15 viaje redondo y parte cada hora. Los tickets se pueden comprar por Internet o en un quiosco en el área de llegadas.
El pesado tráfico hizo que el recorrido tome bastante más de lo esperado y no tuve tanto tiempo como hubiese querido para conocer la ciudad mejor. Di una vuelta por Larcomar, el malecón, hice unas fotos y tomé el bus de regreso unas horas antes de lo previsto para estar en el aeropuerto con buena anticipación y evitar cualquier problema.
Lima – Quito
El Jorge Chávez me parece un aeropuerto frustrante y caótico. Necesita desesperadamente una ampliación y mejorar las condiciones de sus instalaciones. Hay demasiada gente en los controles y el proceso de seguridad es demorado en comparación con otras terminales aéreas de la región. Sin embargo, el ajetreo se suaviza un poco al pasar al área internacional.
El abordaje de mi vuelo empezó un poco tarde, gracias un grupo de pasajeros que fueron llamados repetidamente y no aparecían. Este avión estaba en condiciones aceptables y en mejor estado que el del trayecto de ida. Igualmente, con el livery antiguo (enserio ya pinten esos aviones).
El despegue fue con 10 minutos de retraso y en este caso, su app de streaming funcionó muy bien.
Con casi una hora en el aire inició el servicio a bordo, similar al de la ida. Ofrecieron un sándwich que estuvo bien y bebidas. El trayecto se desarrolló sin inconvenientes y la llegada fue relativamente a tiempo.
Algo que me sorprendió es que el desembarque no fue a través de una manga, sino a la antigua, por las gradas y luego abordando un bus que te lleva a migración. Es la primera vez que me pasa en el Mariscal Sucre.
No había volado en esta aerolínea en casi 10 años antes de este viaje y tenía buenos recuerdos de su servicio y operaciones. Desafortunadamente me parece que su calidad ha decaído. Han adoptado varias medidas de ajuste y se nota, interviniendo con la experiencia del pasajero.
Ahora, por lo general, sus tarifas son competitivas, usualmente ofrecen la opción más conveniente para viajar por el cono sur, conectar por el Perú y no tengo quejas respecto a su personal. En verdad espero que potencialicen sus puntos favorables y mejoren lo que debe ser mejorado. A la final es solo pulir detalles en la experiencia a bordo.