FECHA: 25/12/2018
RUTA: Quito (UIO) – Bogotá (BOG) – Buenos Aires (EZE)
VUELOS: AV8376/AV87
ASIENTOS: 7C/7A
NAVES: Airbus 320/ 330
Este pasado diciembre tuve unos días libres y los aproveché para hacer un viaje a Buenos Aires. No había visitado la capital argentina en ocho años y, cuando encontré una gran tarifa, la aproveché de inmediato (es como se dan la mayoría de mis viajes). Este es el trip report de mi vuelo de ida en Avianca, vía Bogotá.
El check in
24 horas antes del vuelo pude registrarme online, sin problema. Algo que me encanta de Avianca (si vuelas en turista) es que la aerolínea no ofrece un producto Premium Economy por el momento. Esto significa que, si nadie selecciona los asientos de más adelante de forma pagada al comprar el pasaje, quien realice el check in primero puede obtenerlos sin costo adicional, que fue justo lo que hice.
Al llegar al aeropuerto me encontré con una extensa fila para facturar las maletas (en este caso una en bodega, el precio incluido en el ticket), probablemente porque era 25 de diciembre y porque uno de los cuatro vuelos diarios a Bogotá y el vuelo a Lima de Avianca coinciden. La aerolínea no ofrece una fila aparte para quienes se registraron en línea, que es algo que podría agilizar las cosas.
Sin embargo, los chequeos de seguridad y migración fueron veloces, sin nada de fila y todo el proceso no me tomó más de 10 minutos. Sentí al aeropuerto relativamente vacío pero la sala de espera de mi vuelo estuvo bastante llena. Tal vez porque mi asiento estaba tan adelante, me tocó en el último grupo para abordar.
UIO – BOG
En esta ocasión tuve la fortuna de acceder a la primera fila de economy (justo detrás de business) en tres de mis cuatro vuelos. Es en verdad el mejor asiento de esta categoría, con excelente legroom, las pantallas individuales salen de un costado del asiento y quien se siente aquí es el primero en recibir el servicio a bordo.
Por lo general opto por la ventana, pero en esta ocasión seleccioné el pasillo. Es un asiento bastante cómodo y adecuado a los lados (para esto siempre es mejor ir al pasillo). El A320 que me tocó me pareció algo viejo y con necesidad inmediata de mantenimiento.
El vuelo estuvo lleno en un 70% y tuve el asiento del medio vacío, que siempre es un plus. El IFE estuvo bastante bueno para un trayecto tan corto, con una amplia selección de series, pero la pantalla me pareció lenta y no tan responsiva. Los tripulantes no pasaron audífonos.
Alrededor de 45 minutos después del despegue inició el servicio. Ofrecieron bebidas y un sándwich de jamón con queso, la única opción.
El vuelo de la tarde de Avianca a Bogotá es bastante cómodo y un gran momento para ver el atardecer. Tranquilo, corto y silencioso. La llegada fue algo más temprano. Es un buen producto y las amenidades me parecen adecuadas para un trayecto tan breve.
BOG EZE
Tengo una relación amor/odio con El Dorado. Es un aeropuerto cada vez más grande, con tiendas, restaurantes, dos patios de comida, sillas tipo playa para descansar y grandes ventanas para hacer spotting. Pero me estresa la revisión de seguridad al llegar (¿por qué obligan a pasar por este proceso a los pasajeros que están en tránsito?), el Wi-Fi gratis solo dura 30 minutos y ¡dónde demonios están los enchufes o puertos USB!
Es una necesidad tan básica para cualquier viajero que no debe faltar en ningún aeropuerto y di vueltas por horas buscando un lugar para cargar mi celular. Al fin encontré un tomacorriente en uno de los patios de comidas. Espero que solucionen este percance pronto, estoy seguro que no soy el único que necesita cargar el teléfono al estar en una sala de espera.
A la hora de abordar, nuevamente estuve en el último grupo. El proceso fue más rápido que en el vuelo anterior, lo que es un poco raro considerando que este avión es más grande. Me sorprendió un poco que este trayecto lo hagan en el A330, pues no es muy largo (dura 5:30 en promedio) y se puede realizar sin problema en un avión más pequeño y de menor alcance. Pero no me quejo, por lo general prefiero los aviones más grandes y algo que me encanta de éste es su configuración de 2-4-2, si es que escoges los puestos hacia las ventanas.
El avión estuvo relativamente limpio, con cobijas, almohadas y esta vez los tripulantes si ofrecieron audífonos. Por ser un vuelo más largo, el IFE contó con más opciones de entretenimiento y múltiples películas para escoger.
Alrededor de una hora después del despegue empezó el servicio de cena. Las opciones fueron carne con puré o pollo con arroz. Opté por el pollo y solo estuvo bien. Fue un trayecto tranquilo, con momentos de leve turbulencia. 30 minutos antes de aterrizar los tripulantes ofrecieron agua.
La llegada fue a tiempo y, tal vez porque el vuelo aterriza a tempranas horas de la mañana, no tuve casi nada de fila para el trámite de migración.
Un gran problema de Ezeiza es la falta de un transporte conveniente y económico. Un taxi hasta el centro de la ciudad cuesta un promedio de $30. Sé que ahora hay un bus que te lleva a Plaza de Mayo en alrededor de una hora por menos de un dólar, pero para acceder a este servicio se necesita la tarjeta SUBE, que muchos turistas no tienen.
Por fortuna me hice amigo de mi vecina de asiento en el avión y después de darnos cuenta que nuestros hoteles eran relativamente cerca, compartimos el transporte. Ezeiza tiene WI-Fi gratis en el área de arribos por lo que es posible pedir un Uber si no compraste una tarjeta SIM, pero es algo complicado concretar el lugar del encuentro y la tarifa se duplica por el minuto.
Con todo, el trayecto fue cómodo, los vuelos a tiempo y el personal tanto en tierra como en el aire fue amable y eficiente. He volado varias veces con Avianca y me parece una excelente alternativa para moverse por el continente. Tiene buenas tarifas si estás pendiente, un excelente IFE y las amenidades adecuadas. Su estándar se mantiene.