FECHA: 10 – 4 – 2021
RUTA: UIO – MIA – LAX
VUELO: AA 932/ AA 1454
ASIENTOS: 21F/29D
NAVE: Boeing 737 MAX 8/ Boeing 777 – 300
Tenía un viaje planificado a la Costa Oeste de los EEUU desde hace más de un año y, por la pandemia y otros factores, tuve que posponerlo repetidamente, además de modificar el destino final. Finalmente, para este pasado abril, puede concretar el trayecto.
Esta era mi primera vez volando en American Airlines en casi nueve años. La aerolínea ha crecido bastante en el Ecuador, particularmente en Quito, donde ahora opera hasta tres vuelos diarios desde y hacia Miami.
En este caso, me tocó hacer el primer tramo del viaje en el controversial 737 MAX 8. Este modelo de avión, que estuvo detenido en tierra por casi dos años, fue certificado para volver a los cielos apenas cuatro meses antes de mi viaje. Quito es uno de los primeros destinos a los que American decidió operar esta aeronave, una vez que fue declarada apta para volar nuevamente.
Lo cierto es que me cambiaron el modelo involuntariamente (originalmente iba a volar en un A319) y aunque dude si modificar el vuelo otra vez para ir en otro avión, si lo hacía, la ruta se me complicaba significativamente. Por ello, decidí confiar en el trabajo de la FAA y mantener mi reserva como estaba. Completé el recorrido ida y vuelta sin problema, así que supongo que estuvo bien.
Tengo una cuenta en AAdvantage y por este viaje, en la tarifa que pagué, obtuve 1730 millas. Así es volar en la aerolínea más grande del mundo con la nueva coyuntura.
Descargué la app semanas antes del viaje y 24 horas antes del vuelo intenté hacer el check in usándola. Fue imposible. Ahora para ingresar a los EEUU hay que presentar una prueba de COVID negativa y no obtendrás tus pases de abordar hasta que el agente de tierra la revise. El día del vuelo llegué al aeropuerto con dos horas y media de anticipación. La fila del counter para dejar la maleta (una pieza en bodega, el precio incluido en el ticket) era moderada, pero se movió rápido. Aparte de la revisión de la prueba te hacen firmar una declaración indicando que estás libre de COVID antes de hacer el check in.
Todo el proceso en migración y seguridad fue rápido y, como era temprano en la mañana, me dirigí a la sala VIP para desayunar. Estuve en la puerta de embarque justo a lo que iniciaba mi grupo.
A pesar de toda la polémica con el 737 MAX, debo decir que se siente su modernidad. Los overhead bins son increíblemente espaciosos y, aunque el asiento se me hizo algo estrecho, tiene un cojín y espaldar cómodo. El legroom está ok. Lo que más me impresionó fue lo suave y silencioso que fue el despegue.
Ningún tripulante hizo mención al modelo del avión (lo llamaron el 737-8 en los anuncios) y la carta de seguridad que colocan en cada asiento apenas decía que era un Boeing 737.No vi a ningún pasajero decir nada, por lo que supongo que si no estuviste pendiente de las noticias con respecto a los choques de este avión en los últimos dos años, AA no va a hacer ningún esfuerzo en recordártelo o intentar calmar a nadie.
He volado en siete aerolíneas diferentes en tiempos de pandemia y esta es la única que he visto que sigue publicando su revista, lo que me parece bien. Ya en el aire inició un servicio que consistió de apenas un paquete de pretzels y una botella de agua. Sin duda el peor que he recibido en los últimos meses e inaceptable para un vuelo internacional de 3+ horas.
El avión no tiene IFE personal, pero puedes ver el entretenimiento desde tu Tablet o celular, cuando está habilitado. Para este tramo, funcionó sin problema. American tiene una buena selección de películas y series, aunque, en este aspecto, sigo pensando que Delta es el rey del AVOD. Por lo demás, fue un vuelo sin novedad, con leves momentos de turbulencia. Vi el IFE e intenté dormir un poco.
Miami es, probablemente, el peor aeropuerto de los EEUU para hacer una escala o llegar como destino final. El área de migración es increíblemente frustrante, caótica y mal organizada. En este caso, con gente sacándose la mascarilla y los agentes TSA malhumorados. Son infames en este aeropuerto y puedes perder todo el día en este trámite. Había tanta gente que desviaron la fila de los visitantes hacia el área de residentes. Tenía apenas 1:45 de escala y, si no hacían esto, seguramente perdía mi conexión. Me había olvidado lo grave que es.
Algo más que me parece frustrante de los EEUU es el hecho de que te obligan a re chequear la maleta y pasar por seguridad una vez que llegas. Como es de esperarse, el proceso es torpe y demorado. El área de seguridad estaba tan abarrotada, que la agente de seguridad que está a lo que ingresas a la fila, al ver mi pase de abordar, me permitió acceder al inicio, sin hacer nada de cola, para no perder el vuelo. Hace unos meses viajé a Chicago vía Houston y los procesos en estos dos aeropuertos fueron mucho más sencillos y ordenados. En verdad no sé qué pasa con Miami.
Llegué a la puerta de embarque de mi vuelo a Los Ángeles justo con el tiempo. Lo que me encantó de esta ruta es que fue operada por el Boeing 777- 300. Es el modelo más grande de la flota de American. Siempre prefiero los widebodies y este en particular me encanta. Supongo que, con las rutas de American hacía Europa y el Asia limitadas, están usando estos aviones de largo alcance y gran capacidad en las rutas domésticas de alta demanda, lo que en este caso fue genial para mí.
El vuelo fue totalmente lleno y esta aeronave contó con IFE personal en cada asiento. Aparte de la selección de películas y series, tenía TV en vivo. Tiene también un puerto USB en cada asiento y un enchufe universal.
Increíblemente, en este trayecto doméstico (aunque de más duración que el vuelo internacional), los tripulantes ofrecieron un servicio completo de bebidas y snacks. La azafata se olvidó de mi bebida y cuando le pregunte qué pasó, me dio una lata completa de Dr. Pepper y cuatro paquetes de Biscoff. No me quejo.
Por lo demás el vuelo, aparte de un momento de severa turbulencia, fue bastante tranquilo. Todos los pasajeros cerraron las ventanas por lo que el recorrido fue totalmente oscuro. Eso me permitió descansar unas horas. Aparte, vi series en el IFE e intenté sintonizar la TV en vivo, pero no fue posible. Esta fue la primera vez que me cruzo todo el territorio continental de los Estados Unidos y fue un vuelo de cinco horas, 20 minutos interesante.
American Airlines es adecuada y comparable con las otras aerolíneas estadounidenses legacy que operan en Ecuador. Sin embargo, siento que prestan menos atención a los detalles. He volado en las tres grandes en los últimos dos años (dos de ellas en tiempo de pandemia) y me parece que AA es la menos impresionante. Si bien el trayecto doméstico en un widebody estuvo genial y se nota la diferencia, hay muchas cosas que faltan por pulir. Espero que las solucionen cuando las cosas vuelvan a la normalidad.
Nunca he hecho un viaje largo con una mascota como pasajero, de hecho en el único que sucedió fue un vuelo Guayaquil-Quito. Cuéntame, el perrito viajó tranquilo, ladró talvez o lució estresado con un vuelo tan largo?
Super tranqui y amistoso jeje. No ladró ni una vez.