FECHA: 15 – 2 – 2021
RUTA: BOG – UIO
VUELO: 7065
ASIENTOS: 24A
NAVE: Boeing 737 -800
Este feriado de carnaval pasé un fin de semana largo en Bogotá. El lunes antes de que finalice, hice mi retorno a Quito en Wingo. La aerolínea opera en un horario relativamente cómodo y parte a lo que cae la tarde, por lo que es posible pasar toda la mañana en la ciudad antes de volver.
En esta ocasión, aproveché la mañana en Monserrate, un imperdible de la ciudad, para ir al aeropuerto unas dos horas antes del vuelo. Tuve un recorrido increíblemente frustrante, ya que el día del vuelo coincidió con la llegada de las primeras vacunas a Colombia.
Entre autoridades, medios de comunicación y curiosos, el trayecto desde el centro de la ciudad, donde estaba hospedado, hasta la terminal aérea, que usualmente es corto y veloz, fue eterno. Supongo que los conductores de Uber y Cabify estaban al tanto de la situación, porque me cancelaron el recorrido varias veces.
Afortunadamente, solo viajaba con un artículo personal e hice el check in el día anterior, por lo que llegué algo de anticipación y aproveché lo que tuve de mi tiempo en la terminal para comer algo antes de dirigirme a migración y seguridad. Todo fue bastante rápido y no me pidieron ningún documento adicional aparte del pasaporte y el pase de abordar para ingresar a la sala de espera.
Por alguna razón, el abordaje inició con más de una hora de antelación. El avión fue lleno en un 70%, con filas enteras vacías pero los tripulantes no permitieron moverse de los asientos asignados. El avión fue exactamente igual que el tomé a la ida: un 737 – 800 heredado de la flota antigua de Copa, sin ningún servicio adicional, asientos angostos y sin posibilidad de reclinación. Sin embargo, como este vuelo es tan corto, no es tan malo.
Seleccionar asiento tiene un costo adicional en esta aerolínea, el cual no quise pagar, por lo que me sorprendió que me ubiquen en la ventana, lo que estuvo bien. Algo bueno de esta ruta en este horario es que es agradable para ver el atardecer, si estás en ventana, como era mi caso. Cómo apenas dura un poco más de una hora, el tiempo en el aire ni se siente.
Wingo ofrece un servicio totalmente low cost por lo que no hay servicio ni amenidades de ningún tipo. Cada asiento cuenta con un QR para descargar un menú de alimentos y bebidas. En este caso, por la coyuntura, estaba desactivado. Los tripulantes ofrecieron la venta de souvenirs como cobijas o café colombiano nuevamente, pero no vi a nadie aceptarlo. A parte de un poco de turbulencia, el vuelo estuvo bien y llegamos con la hora.
La aerolínea está bien para lo que es. Una excelente opción para conectar con Colombia y conocer más del continente. A pesar de la pandemia, está expandiendo el mercado y brindando la opción de viajar a más personas. Puede ser un servicio tan básico o tan completo como uno desee y supongo que ese es el modelo al que le está apostando toda la industria.