FECHA: 30 – 12 – 2020
RUTA: PVR – MEX
VUELO: VB1167
ASIENTOS: 18C
NAVE: Airbus A320
Para cerrar el 2020 hice un viaje a México y, después de un par de días en el Pacífico mexicano, tuve que tomar un vuelo a la CDMX para partir de ahí a Quito. Este tramo lo hice en la low cost local Viva Aerobus. Esta aerolínea me ofrecía la mejor tarifa en teoría, pero, como buena bajo costo, me cobró extra por todo, hasta por la selección del asiento, que tuve que pagar de manera obligatoria al hacer el check in online.
El día del viaje llegué al aeropuerto con hora y media de anticipación. Es importante estar en la terminal con buena anticipación por la nueva declaración de salud que hay que presentar para viajar domésticamente, la cual hace que se formen largas colas, pero, en este caso, no tenía que preocuparme. El aeropuerto de Vallarta es bastante más pequeño que el de la Ciudad de México y no tuve nada de fila. Pase directo a la revisión de seguridad y tuve más de una hora de espera.
El abordaje inicio tarde y fue totalmente caótico, con los pasajeros formándose más de media hora antes de que iniciara, sin respetar el orden y el avión ni siquiera estaba estacionado en la manga. Cuando al fin llegó, tuvimos que esperar a que desembarquen los pasajeros de otro vuelo y a que limpien los interiores.
El proceso fue desde atrás hacia adelante y totalmente demorado, con los tripulantes de tierra recordando varias veces que hay que mantener la distancia y respetar el orden. Encima, su micrófono no funcionaba bien y los encargados tenían que gritar las indicaciones. Ya dentro de la nave, opté por asiento en el pasillo y estuvo adecuado, con más legroom del que le esperaba, pero no se reclinaba. El despegue fue 35 minutos tarde.
Con alrededor de media hora en el aire, los tripulantes ofrecieron un servicio de alimentos, solo de paga. Vi a muchos pasajeros aceptarlo, supongo porque el vuelo coincidió con la hora del almuerzo. El piloto hizo una serie de anuncios, explicando la ruta, el clima e inclusive mencionando el reporte del tráfico en la CMDX.
El momento del aterrizaje, tuvimos una aproximación fallida y, ya llegando a la pista, el avión se elevó nuevamente para volver a intentarlo. Es la primera vez que me pasa algo así. Una sensación desagradable, pero me parece que muchos de los pasajeros no se hubiesen dado cuenta si el piloto no nos informaba sobre la maniobra. Gracias a este imprevisto, aterrizamos 20 minutos más tarde y dimos vueltas por la pista por unos minutos antes de encontrar un lugar para el desembarque.
En términos generales, el vuelo estuvo bien, pero los detalles antes de abordar y al aterrizar intervinieron con la experiencia significativamente. Además, el cobro obligado de la selección de asiento o el pase de abordar al momento de hacer el check in me molestó bastante. He viajado con múltiples aerolíneas de este tipo y esta es la única que hace algo así. De las tres líneas aéreas mexicanas que volé en esos días, debo decir que Viva Aerobus ofreció la peor experiencia.