FECHA: 26 – 12 – 2020
RUTA: MEX- GDL
VUELO: AM 212
ASIENTOS: 9 F
NAVE: Boeing 737 – 800
Realice un viaje a México el mes pasado y mi entrada al país fue por la Ciudad de México. Tuve una escala de 12 horas en la noche, la cual pasé en el hotel cápsula del aeropuerto. Al día siguiente de mi llegada, era momento de dirigirme a mi destino final. Este es el trip report de la segunda ruta más transitada en el espacio aéreo mexicano, en la aerolínea más grande del país.
Hice el check in la noche anterior y, como ya estaba en el aeropuerto, me dirigí a una de las máquinas para imprimir el pase de abordar y ahorrar tiempo al día siguiente. El día del viaje, llegue a la terminal 2 con un poco más de una hora de anticipación, para encontrarme con una fila gigante (llegaba hasta el parqueadero) en la parte de seguridad. Por la pandemia, si te quieres mover dentro del país, debes llenar un formulario declarando que estás libre síntomas y los agentes deben revisarla. Fue increíblemente frustrante, pero al menos se movió relativamente rápido.
Pasé seguridad en unos 45 minutos para llegar al área del abordaje y enterarme que hay cuatro salas no. 75 (A, B, C y D), que es de donde partía mi vuelo. Obviamente me dirigí a la equivocada y, para cuando encontré la correcta, el abordaje estaba por finalizar. Sin embargo, el avión estaba ubicado en la T1 y llevaron a todos los pasajeros en un bus. Esto demoró todo el proceso considerablemente. Sin embargo, para un AV Geek como yo, fue genial recorrer las pistas, hacer spotting y ver a los aviones estacionados.
El abordaje fue por escalera y, sorprendentemente, el 737- 800 que nos asignaron fue uno de los más modernos de la flota, con el IFE individual completo. La verdad no me lo esperaba, considerando que este trayecto doméstico dura menos de una hora. Tuve la buena fortuna de acceder a un asiento en las primeras filas del avión y la tuve solo para mí. Me encanta cuando eso pasa.
Pase el tiempo curioseando el IFE y sacando fotos desde la ventana. Con 20 minutos en el aire, los tripulantes ofrecieron un servicio de bebidas y un snack, otra sorpresa, pues tenía entendido que los vuelos cortos domésticos en este país eran totalmente no frills. El capitán y los sobrecargos hicieron anuncios repetidamente pidiendo que los pasajeros conserven sus mascarillas todo el tiempo, recordando que el desembarque sería por filas y pidiendo que solo se levanten cuando su sección sea llamada.
El vuelo fue lleno en un 60% y el trayecto estuvo totalmente libre de turbulencia. Llegamos unos minutos tarde, pero dentro del rango. Con buen clima, cielos despejados y la fila en la que me encontraba totalmente libre, fue un excelente trayecto.
Esta fue mi segunda vez volando con Aeroméxico y estuve gratamente sorprendido. Tuve una experiencia agradable, mejor que cuando usé sus servicios en su ruta internacional a Quito, la cual volé hace unos años. Me parece que ofrecen un gran servicio, cuidando los detalles en tiempos de pandemia. Se nota que, así sea en rutas domésticas, siguen siendo una aerolínea legacy y una de las grandes de Latinoamérica. Estoy consciente de que los pequeños percances en el AICM son por la coyuntura y por lo colapsado que está ese aeropuerto. Espero que la aerolínea bandera de México continúe de esta manera.