La capital española es una ciudad que no deja de sorprenderme. España es uno de mis lugares favoritos para visitar y Madrid condensa mucho de lo que más me gusta de este país. Esto es, sin ningún orden específico, lo que más me emociona cada vez que regreso:
Los daytrips
Al estar ubicada en el centro del país, se puede hacer tanto desde Madrid en un día. Excursiones a Ávila, Toledo, Segovia, Salamanca, El Escorial, El Valle de los Caídos y, si uno se lo propone, hasta Barcelona o Valencia, son posibles (Gracias AVE!). Cualquier daytrip es un gran añadido a un viaje y me parece que las cercanías de Madrid son de las mejores de Europa.
El shopping
¿No me digan que el Primark gigante de la Gran Vía no les parece irresistible? La última vez que estuve en Madrid, sin darme cuenta, terminé renovando mi clóset y no gasté más de 200€. Es algo que solo me pasa en esta ciudad. Me parece que se puede hacer muy buenas compras en Berlín o Barcelona también, pero en cuanto a oferta y accesibilidad, Madrid es la ganadora.
La conectividad
Vivo en un lugar en el que llegar al aeropuerto y moverse por la ciudad es una odisea si no se tiene auto, por lo que me encanta lo bien conectada que es esta ciudad. Ir y volver del aeropuerto en buses exprés por unos cuantos euros y su extensa red de metro, que te lleva a todo lado, es de lo más cómodo.
La centralidad
Para ser una ciudad tan grande, Madrid es sorprendentemente caminable y algo que me encanta es que prácticamente todos los lugares de interés turístico están cerca. Si quieres visitar la Puerta del Sol, la Plaza España, el Retiro, la Gran Vía, la Plaza Mayor, la Cibeles y el Prado, todo se puede hacer en día y a pie.
La cultura
Esta ciudad tiene una vibra tan peculiar. Clásica y contemporánea. Desde el triángulo del arte y la historia, hasta la comida, arquitectura y la vida nocturna, es difícil describir el magnetismo madrileño que hace que miles vuelvan una y otra vez, incluyéndome.