Fecha: 24-12-2023
Ruta: UIO – LIM – MVD
Vuelos: LA 1425/ LA 2420
Asientos: 30D / 25A
Nave: Airbus A320
Cada diciembre mi oficina cierra por las fiestas, la última semana del mes. Por ello, usualmente, aprovecho esta temporada para hacer un viaje y este año no fue diferente. No había estado en el cono sur en cuatro años y regresar era importante para mí. Entre los países de la región me faltaba conocer Uruguay, por lo que me pareció la mejor opción, también por su cercanía con Argentina, uno de mis destinos favoritos.
Busque tarifas por meses y LATAM me ofrecía la mejor opción. Soy parcial a las aerolíneas que pertenecen a la red Star Alliance, como Avianca o Copa, donde acumulo la mayoría de mis millas, pero en este caso, tanto por costos como horarios, la compañía aérea más grande de Suramérica era la elección obvia.
Además, desde hace unos años, permite acumular millas en Skymiles de Delta, donde también tengo una cuenta, lo que está muy bien.
48 horas antes del viaje me llegó una notificación al correo donde me permitían hacer el check in (muchas otras lo habilitan con 24 horas únicamente). El proceso fue extremadamente rápido y fácil, lo que en verdad aprecio. Ni siquiera tienes que tener la app en el celular para hacerlo. Esto me permitió estar con apenas 1:30 de anticipación en el aeropuerto el día del viaje.
Tal vez porque era 24 de diciembre de noche, o porque el rush de los vuelos a los EE. UU aún no empezaba, el Mariscal Sucre estaba prácticamente desierto. Solo tuve que imprimir los pases de abordar en los quioscos del web check in y estuve en literalmente 11 minutos en la sala VIP. No facturé maleta en bodega.
Tuve más de una hora en este lugar hasta que inicie el abordaje por lo que aproveche para comer algo. Por lo general, en estas fechas, ofrecen comida navideña o sushi, pero ahora fue un menú diferente que no le llamó la atención. Vi algo en la estación de sándwiches que si estaba operativa y pedí un cóctel en el bar.
UIO – LIM
No había volado en LATAM en casi cinco años y recordaba que su proceso de abordaje era algo caótico, aunque esta vez me sorprendió lo rápido y eficiente que fue. Asimismo, el A320 que usan para esta ruta estaba impecable y me parece que con la cabina renovada. Me tocó un asiento en la última fila literalmente, en el pasillo y sin reclinación. No estuvo tan mal. Los asientos tienen un puerto USB e IFE en los dispositivos personales.
El despegue tuvo ocho minutos de retraso y, ya en el aire, el servicio empezó a los 30 minutos exactos. Fue únicamente una funda de papas, una barra de granola y bebidas. Supongo que ahora es el estándar para rutas de este tipo, pero bueno, al menos te alimentan. Cuando hice exactamente este mismo vuelo en 2019, al menos te daban in sándwich. En fin.
Probé el IFE y funciono muy bien, tanto en mi teléfono como iPad. Estoy sorprendido de la excelente selección que tiene, con estenos recientes, contenido de HBO Max y Paramount. También ofrece hasta 11 capítulos por cada serie, lo que me parece genial. Usualmente otras aerolíneas solo tienen tres o menos. Lo sentí mucho mejor que el Copa Showpass que probé recientemente, tan limitado en comparación.
LIM – MVD
Tuve una escala de alrededor de hora y media en Lima que, la verdad, prácticamente ni sentí. Cuando llegó el momento de abordar el vuelo a Montevideo, para mi terrible suerte, nos hicieron embarcar un bus para llevarnos a un área remota del aeropuerto e ingresar a la aeronave por escaleras. Me exaspera cuando el abordaje es de esta manera, tan torpe, demorado y lo peor es que la gente no escucha las indicaciones sobre el acceso al que debe dirigirse, lo que desemboca en aglomeraciones en los angostos pasillos y largas esperas en las gradas.
Ya en el avión, dimos vueltas por un buen rato en la pista y, cuando al fin logramos despegar, fue con una hora de retraso, pasada la medianoche. Este A320 fue exactamente igual que el del primer vuelo, con las mismas opciones de IFE y puertos USB. Como era un vuelo nocturno, cada asiento tenía cobija y almohada. Fue prácticamente lleno.
Pensé que los tripulantes iban a ofrecer desayuno, pero pasaron un servicio entrada la madrugada. Como este tramo toma más de cuatro horas, fue más completo que el anterior. Ofrecieron un sándwich mixto, con un contenedor con fruta y un chocolate chiquito. No es exactamente una comida completa, pero tomo lo que me den.
Pasé el resto del vuelo viendo el excelente IFE y logré dormirme un rato. Aterrizamos en Montevideo con más de una hora de retraso, pero cómo fue a tempranas horas de la mañana no estuvo tan mal.
No sé si es porque las operaciones post pandemia son tan diferentes ahora, porque las aerolíneas de la región han decaído tanto con su “producto suave” o si la influencia de Delta mejoró las cosas, pero en verdad estoy satisfecho con lo que LATAM ofrece. Mi experiencia anterior volando con ellos no fue la mejor, pero considero que su producto economy está muy bien. Espero que sigan así, volar con ellos para cerrar el 2023 fue una grata sorpresa.