Fecha: 7 – 5 – 2023
Ruta: IST – FRA – PTY – UIO
Vuelos: LH 1305/ 4Y 0100/ CM 0152
Asientos: 35D/ 23 H/ 19C
Nave(s): A321 NEO/ Airbus A330 – 200/ Boeing 737 – 800
Este pasado mayo hice un viaje Turquía y, después de alrededor de 10 días en el país, era hora de volver. Este es el trip report de mi regreso a Quito desde Estambul en Lufthansa y su filial leisure Eurowings Discover, con un tramo final en código compartido con Copa.
El regreso a Ecuador en esta ruta tomó más de 24 horas, sin contar el cambio de horario. El vuelo a Frankfurt salía a las 06:00, por lo que estuve en el aeropuerto con tres horas de anticipación, sobre todo porque, al igual que a la ida, hacer el check in online es imposible. El counter tenía una concurrencia moderada y facturé mi maleta en bodega sin problema. La encargada me permitió enviar mi carry on en bodega también.
El área internacional del aeropuerto de Estambul es gigante, moderna e increíblemente glamorosa. Me parece que esta terminal aérea fue inaugurada un poco antes de la pandemia. La parte de shopping tiene prácticamente todas las tiendas de ultra lujo, el duty free más grande que he visto en mi vida y dos excelentes patios de comida. Estuve a tempranas horas de la mañana en la terminal y todo estaba abierto.
Por cosas de la vida, logré entrar a la sala vip de Sky Team. Tiene una buena selección de comida, bebidas (no encontré licor o cócteles, supongo que por la hora) pero lo mejor de todo es la estación de omelletes. Permanecí aquí por casi una hora antes de abordar.
IST – FRA
El tramo hasta Frankfurt es de casi tres horas y, en este caso, Lufthansa usó el A321 NEO. Los asientos son angostos, no tienen headrest y no se reclinan. La verdad la cabina deja mucho que desear. Volé la misma aeronave en Aegean en una ruta de duración similar y es incomparable.
Me parece que Lufthansa la tiene configurada en modo low cost. El asiento no tenía IFE de ningún tipo, pero si contaba con air mall y un enchufe universal para compartir en cada fila. Ya en el aire las tripulantes repartieron una botella de agua, el único tipo de servicio. La verdad estaba tan cansado, que ni me importó. Pasé prácticamente todo el vuelo durmiendo.
Tuve una escala de tres horas en Frankfurt. Cómo es en el área no Schengen, tienes que pasar por la revisión de seguridad nuevamente. En este caso estuvo bastante demorado y los agentes colaban a las personas con los vuelos más inmediatos.
FRA – PTY
Pase el resto de la escala intentando tomar una siesta en la sala de embarque. El abordaje para Panamá fue de lo más torpe. El avión estaba estacionado en un lugar remoto, nos hicieron subir a un bus y, una vez que llegamos, tardaron varios minutos en abrir las puertas.
La aeronave fue exactamente la misma que tomé a la ida: una Airbus A330 – 200. El vuelo fue lleno casi a la mitad y vi varios asientos, sobre todo los cuatro que conforman la fila del medio, vacíos. En este caso me tocó un puesto a los extremos, en pasillo.
Cada asiento tiene IFE con el mismo contenido que a la llegada, puerto USB y un enchufe universal para compartir. Te dan también una cobija y una almohada.
El servicio de almuerzo empezó como una hora después del despegue. Las opciones eran pasta o pollo (¿cuándo no?). Opte por el pollo y, no sé si fue por el hambre, pero me pareció una de las mejores comidas que he tenido en un avión. Vino con puré, dos ensaladas y un pan frío.
Sin más, dormí intermitentemente casi la mitad del trayecto, vi películas en el IFE y cargué el celular. La parte de atrás del avión tenía una sección con bebidas y galletas. Con una hora antes de aterrizar las tripulares pasaron un segundo servicio: solo era una pasta de vegetales y un muffin. Es mejor que nada.
PTY – UIO
Mi escala en Panamá fue de menos de una hora. La verdad no tengo tanto que decir de este tamo. He tomado este vuelo tantas veces en mi vida, que básicamente ya se lo que esperar. La ruta fue operada por uno de los Boeing 737 – 800 más modernos de la flota de Copa, lo que siempre es mejor. Con IFE, puerto USB, tomacorriente universal y overhead bins más espaciosos que en el vuelo de la ida.
El servicio limitado que, supongo ahora es estándar en esta aerolínea, fue igual que en el vuelo de la ida: unos palitos de sal y galletas naturistas con bebidas. Estaba tan cansado que, ni bien lo recogieron, dormí todo el resto del vuelo.
Dos días después de mi regreso, Eurowings Discover suspendió la ruta a Panamá, eliminando esta importante conexión para Europa y el mundo desde Latinoamérica. En verdad es lamentable. Permitía una excelente alternativa de viajes, tanto por costo, como por la facilidad de conectar a través de Frankfurt, un hub de clase mundial en el más puro sentido de la palabra.
Monitoree pasajes a Estambul por años y las opciones siempre eran increíblemente costosas, complejas o ambas, por lo que la llegada, así sea momentánea, de esta aerolínea (la ruta apenas duró 14 meses) y su importante código compartido, en verdad me simplificó las cosas. Espero que la suspensión solo sea algo momentáneo o que, mejor aún, esta aerolínea o Lufthansa propia, reinicie operaciones directas al Ecuador.