FECHA: 25-02-2022
RUTA: UIO – MEX – PVR
VUELO: AM 685/ AM 332
ASIENTO: 22A/ 25C
NAVE: Boeing 737 – 800
Cada feriado de carnaval aprovecho los días libres para hacer un viaje rápido y este año no fue la excepción. Consideré mis opciones y me pareció que México, una vez más, era la mejor alternativa. Me es difícil poner en palabras cuanto amo ese país y lo feliz que me hace volver una y otra vez. He estado tantas veces en la Ciudad de México que, en esta ocasión, me pareció mejor ir a un destino de playa en la nación azteca.
Mi primera elección fue Acapulco o Los Cabos, que no conozco todavía, pero los precios a Puerto Vallarta en esas fechas eran los más convenientes. Estuve en esta ciudad del Pacífico mexicano en 2020 y en verdad me encantó. Uno de los mejores descubrimientos que he hecho. Cuando la visité, sentí que me faltó tiempo para en verdad apreciar todo lo que tiene. Por ello, volver era la mejor opción.
Soy miembro silver de Expedia y reservé un paquete que incluía pasaje y hotel por un costo sumamente conveniente, especial para sus socios con status. El vuelo era en Aeroméxico. Esta era mi tercera vez volando con la aerolínea bandera de este país. En mis experiencias pasadas me ha ido bastante bien, por lo que estaba emocionado de probar su producto doméstico e internacional una vez más.
El día del viaje estuve en el aeropuerto con casi tres horas de anticipación. Mi pasaje no incluía maleta, pero tenía que hacer la fila para obtener mis pases de abordar. Por fortuna, no estaba tan concurrida y todo el trámite hasta pasar migración fue de un poco más de media hora.
Los controles estuvieron rápidos, pero pareció que todos los pasajeros se dieron cita en la sala VIP. Al menos pude entrar. Aproveché para comer algo y tomarme un cóctel en el bar.
El Mariscal Sucre ve su mayor actividad en las noches, cuando coinciden un vuelo de American a Miami, con el de Delta a Atlanta, JetBlue a Fort Lauderdale, United a Houston y el mío a la CDMX. Todos parten en un período de dos horas.
Antes este vuelo operaba a las 09:00 e inclusive, en ciertos días, tenía una frecuencia adicional. Sin bien un red eye que despega en la madrugada es bastante más cansado, te permite aprovechar todo el día en la Ciudad de México si ese es tu destino final o conectar con los primeros vuelos de la mañana dentro del país o alrededor del mundo de esta aerolínea, entonces no es tan malo. O eso pensé.
Como si lo hubiera planificado, llegué a la sala de espera justo a lo que mi grupo empezaba a abordar. Aeroméxico opera a Quito con un 737 – 800 relativamente moderno, con IFE y overhead bins bastante espaciosos. Hace unos años llegaba con la versión 700, la aeronave de la misma familia que es más chica y un tanto más incómoda. Ya casi no tienen ese modelo en su flota. En este caso los asientos son de cuero, con el espacio estándar de economy y una cabecera ajustable.
El IFE cuenta con cientos de películas y menor cantidad de series. Casi todas son de Warner. Seguramente esto es por un convenio especial o algo. Incluso tienen la saga entera de Harry Potter y la temporada 9 de Friends completa. Es la primera vez que veo algo así en un IFE. Aparte, cuenta con puerto USB, lo que siempre es útil.
El abordaje fue bastante rápido, con música, supongo para calmar a los pasajeros más nerviosos. Iberia, Copa y Latam hacen lo mismo. El vuelo estuvo totalmente lleno y partimos 15 minutos tarde.
Ya en el aire intenté dormir un poco, pero no estaba tan cansado. Me dediqué a ver el IFE. Tienen unos documentales de Sky Team seguramente hechos en los 90’s de lo más curiosos.
Con menos de una hora en el aire empezó el servicio a bordo. A penas fue un snack con bebidas: un paquete de galletas, una funda pequeña de frutos secos y pedí un café. Muchos pasajeros lo rechazaron. No es la mejor hora para comer nada, pero si una aerolínea legacy no tiene servicio, sin importar lo simple que sea, en verdad me enoja.
Pasé el resto de este tramo curioseando el IFE, cargando el celular y leyendo un poco. Dormir fue imposible.
Todo el tiempo y la conveniencia que supuestamente se gana con un trayecto directo esta vez la perdí al llegar a migración en el Benito Juárez. No sé si el aeropuerto cambió de modelo de gestión, pero ahora un sinnúmero de vuelos internacionales llegan a tempranas horas de la mañana y decir que esta área se vuelve un caos es un understatement terrible. Estaba colapsada, con pasajeros de todo el mundo arribando al mismo tiempo.
Tal fue el caso que el aeropuerto no tenía mangas disponibles y nuestro avión se tuvo que estacionar en un lugar remoto y desembarcamos por escaleras, hasta llegar a un bus que nos llevó a la terminal. Lo único bueno de esto es que pude ver al Quetzalcóatl, un 787 – 9 Dreamliner de Aeroméxico con un livery increíble de la cultura mexicana, hecho por José Manuel Escudero. A esta aeronave la llaman el “embajador de México en el mundo” y vuela las rutas de largo radio más prestigiosas de la aerolínea. En verdad me encantó verlo.
Ya en la terminal, la cantidad de pasajeros aquí era tal que los agentes tenían que detenerlos antes de ingresar porque el área no se abastecía para la fila. Llevo viajando por el mundo 27 años intermitentemente y nunca he visto algo igual. Ni siquiera en Miami, infame por sus interminables filas de migración.
A pesar de esto, debo decir que todas las casetas estaban operativas y después del shock de ver tal aglomeración, la fila fluía. Cronometré el tiempo y tomó un poco más de una hora. He tendió experiencias peores.
Sin embargo, una vez que sales de este trámite, obligan a revisar el equipaje a todos los vuelos extranjeros, así estés en conexión y solo viajes con maleta de mano. Nuevamente, este proceso es increíblemente caótico. Si tienes una conexión apretada, seguramente la vas a perder.
No sé qué pasa con este aeropuerto. Estuve aquí hace poco más de un año y entrar al país no era tan complicado, ni siquiera en los peores momentos de la pandemia. Encima, después de salir de todo este ajetreo, tienes que volver a pasar por seguridad para tomar tu conexión. Es sumamente desgastante sobre todo por el viaje nocturno, que te deja exhausto.
En mi caso, tenía una escala de alrededor de cuatro horas, entonces no tuve problema y, después de todo el ajetreo, llegué a la puerta de embarque una hora antes del abordaje.
Según mi reserva, este vuelo iba a ser operado por un Embraer 190 pero el trayecto se hizo nuevamente en un Boeing 737- 800, exactamente igual al de mi primer tramo, también con IFE, puerto USB y Wi-Fi gratis para plataformas de mensajería instantánea.
Esta aeronave ofrece casi el doble de capacidad que el Embraer y fue llena en su totalidad, por lo que asumo que es una ruta doméstica que sigue creciendo. De momento, es una de las 10 más ocupadas en el espacio aéreo mexicano.
El tramo a Puerto Vallarta apenas toma 1:15 y, aparte de la corta duración, fue increíblemente similar al trayecto anterior, hasta con el mismo servicio y exactamente las mismas opciones de entretenimiento. Me dieron unas galletas chocochip otra vez y pedí un agua de coco Acapulcoco que se anuncia repetidamente en los comerciales del IFE, para ver qué onda. Solo estuvo bien.
Aterrizamos con la hora y esta vez el desembarque fue por manga. Tenía que tomar un taxi hasta mi hotel un poco antes del malecón en el viejo Vallarta, pero un Uber me salía casi a mitad de precio. Los autos de este servicio no pueden entrar a la terminal, pero si caminas un poco y cruzas un paso peatonal, los conductores te esperan ahí. Es menos de cinco minutos de caminata y el ahorro es significativo, por lo que me parece que vale la pena totalmente.
Son cinco años desde que tomo un trayecto internacional en Aeroméxico y me deja con sentimientos mixtos. Claramente han retirado muchos de sus servicios legacy, como la comida caliente en economy y la maleta facturada en todas las tarifas. Muchas otras ya recuperaron estos beneficios o nunca los quitaron por la pandemia. Encima más, sus tarifas a la Ciudad de México se han disparado y si quieres tomar un vuelo directo pagarás más del doble de lo que costaba hace unos años. $800+ por un vuelo de cuatro horas es impagable y una viveza.
Lo curioso es que si tomas vuelos con conexión dentro de México o a otros destinos en los EE. UU, sus pasajes no han subido de precio significativamente. No sé qué onda con su sistema de tarifas.
Sin embargo, al menos te dan un snack (mejor que el de American Airlines que es una vergüenza) y su IFE sigue completo, lo que siempre es bueno. Si no hay nada mejor para llegar a México desde el Ecuador, así sea con una escala, supongo que Aeroméxico está bien.