Fecha: 27 – 4 – 2023
Ruta: UIO – PTY – FRA – IST
Vuelos: CM 828/ 4Y 101/ LH 1304
Asientos: 28F/ 23C/ 26F
Nave(s): Boeing 737 – 700/ Airbus A330 – 200/ Airbus A321 – 300
He estado intentando ir a Turquía desde antes de la pandemia y, al fin, después de más de tres años, logré concretar el viaje. Este país es un destino eternamente cotizado y llegar acá desde el Ecuador no es tan sencillo y nada barato. Por ello, cuando encontré una tarifa bastante buena en Lufthansa la compré de inmediato.
El trayecto es algo peculiar, con el primer tramo en código compartido en Copa hasta Panamá y un vuelo largo desde Tocumen hasta Frankfurt operado por Eurowings Discover, la filial leisure de Lufthansa, con el último segmento en esta aerolínea propiamente.
El pasaje se puede comprar desde la página web de Lufthansa sin problema en una sola reserva. Esto es de suma importancia para hacer escala en el espacio Schengen sin visa.
El día del viaje estuve en el aeropuerto con un poco más de dos horas de anticipación. Este vuelo hacia Panamá sale un poco antes de las 15:00 y supongo que tiene una concurrencia moderada, ya que es operado en un 737 – 700, el modelo de aeronave más pequeño y antiguo de su flota. Pensé que ya lo habían retirado. En el counter no había prácticamente nadie, entregué mi equipaje (una pieza en bodega, el precio incluido en el ticket) e hice el check in. Cómo es en código compartido es algo complejo y realizarlo online no es posible.
A esta hora de la tarde opera un vuelo de American a Miami y los pasajeros de KLM a Ámsterdam (que sale a las 17:00) apenas empiezan a llegar. En vista de esto el aeropuerto casi no tiene movimiento y pasé los controles de seguridad y migración de inmediato. Tuve más de una hora en la sala VIP y aproveché para almorzar con unos amigos y tomar un cóctel festivo.
UIO – PTY
A la hora de abordar, otra vez, increíblemente, mi maleta salió sorteada para una revisión adicional. Me da tanta rabia cuando eso me toca y, de hecho, fue peor que la última vez que me pasó con Avianca, ya que el agente no me acompañó al cuarto donde abren el equipaje, por lo que me tocó afrontarlo a mi suerte. Encima, usualmente cuando esto pasa, luego de la gestión, abordas el avión enseguida y, en este caso, me obligaron a hacer la fila de nuevo. En fin.
Ya en la aeronave me tocó literalmente un asiento en la penúltima fila. Este 737 – 700 es probablemente el avión más viejo de la flota de Copa y se sienten sus años . El asiento ni siquiera se reclina bien. La primera vez que lo volé fue hace 20 años y la cabina sigue igualita, con pantallas overhead y los forros de tela. En mi viaje a Cancún en esta misma aerolínea hace unos meses usaron un 737 – 800 renovado con forros de cuero, overhead bins espaciosos, IFE individual y hasta tomacorriente universal. Qué diferencia que es. Con todo, el asiento del medio fue vacío, lo que siempre es bueno.
He tomado este vuelo de 1:20 tantas veces que la verdad no tengo mucho que decir. Con una media hora en el aire empezó el servicio: un pack de palitos de crema y cebolla, un paquete de galletas de avena y bebidas. Lo sentí mejor que en mi viaje anterior, pero sigue dejando mucho que desear. Antes de la pandemia al menos te daban un sándwich. Si más, tuvimos un momento de turbulencia ligera e intenté tomar una siesta corta.
Tuve una escala de alrededor de dos horas en Panamá. La T2 ya está prácticamente operativa al 100%, con casi todos los comercios abiertos. Me encanta que tenga Starbucks.
Los vuelos transcontinentales en Tocumen operan todos en un área designada y tienes que volver a pasar seguridad antes de entrar a la sala de abordar. Al formarme, la encargada me aviso que tenía que dirigirme a otra sala donde te interrogan sobre tu destino final y te reimprimen los pases de abordar. Un paso extra de seguridad, supongo por la escala en el espacio Schengen.
PTY – FRA
Este tramo hasta Frankfurt fue operado en Eurowings Discover la subsidiaria leisure de Lufthansa, que opera rutas “vacacionales” alrededor del mundo. Fue en un Airbus A330 – 200. Debo decir que me encanta esta aeronave, en particular por su distribución 2 – 4 – 2, lo que se traduce en menos asientos del medio y, si vas a los extremos, solo tienes un vecino. Qué pena que cada vez sea más raro volarlo.
El avión de Eurowings está flamante. Me gusta que las pantallas del IFE sean bastante grandes. En este caso tenía una amplia selección de películas (85 en total) con varios estrenos recientes, pero menos series. Esta bastante bueno. Cada asiento venía con una almohada algo mejor de lo común y cobija de fleece, pero los audífonos costaban aparte. El vuelo fue prácticamente a capacidad.
Despegamos con media hora de retraso y la primera hora fue algo turbulenta. El servicio inició un par de horas después. Las opciones eran pollo con puré y pasta vegetariana. Escogí el pollo y me sorprendió lo bueno que estuvo. Venía con puré, vegetales al vapor, ensalada, pan, galletas y un chocolate. Una de las comidas de avión más completas que recuerdo en tiempos recientes.
Vi un par de películas e intenté dormir intermitentemente el resto del vuelo, pero mi asiento no se reclinaba bien, lo que me impidió el descanso considerablemente.
Con una hora antes del aterrizaje empezó el servicio de desayuno. Solo era un sándwich de carne o vegetales con un yogurt y bebidas. Es mejor que nada. Una vez que recogieron la basura pasó una tripulante con galletas calientes, lo mejor de toda la comida.
Una vez en tierra, Eurowings Discover se estaciona en un área algo remota del aeropuerto y toca tomar un tren para llegar al espacio no Schengen, que básicamente es la terminal Z. Hay que pasar nuevamente por seguridad, pero la diligencia fue súper rápida.
Frankfurt es uno de los aeropuertos más transitados de Europa y el mundo. En este día estaba con una concurrencia limitada y muchos locales cerrados. Es una terminal aérea bastante moderna, amplia y cómoda, con baños en prácticamente cada esquina, grandes ventanales para hacer spotting (me encanta que Lufthansa siga operando el 747 y le tomé cientos de fotos a los diferentes modelos de esta aeronave desde todos los ángulos) y un espacio con la prensa del mundo de cortesía, primera vez que veo algo así.
Cada sala de espera también tiene un espacio con mesas para socializar si viajas en grupo. Este claramente es un aeropuerto pensado en escalas largas porque tiene una sección con duchas de pago y un hotel por hora dentro de la terminal, que me parece tan práctico.
Sin embargo, cuando llegó la hora del tramo hasta Estambul todo el proceso fue un desastre, con pasajeros aglomerándose en la puerta de embarque un buen rato antes de que inicie el abordaje, tripulantes de tierra gritando instrucciones y la hora de despegue se atrasaba una y otra vez.
FRA – IST
Por alguna razón me tocó abordar en el primer grupo. Para este vuelo, operado en un A321 200, me asignaron el asiento de la salida de emergencia, con todo el legroom del mundo, mesa que se saca del brazo, pero con reclinación limitada y sin ventana. Esperaba que me den cientos de instrucciones para abrir la puerta en caso de que pase algo, pero no me dijeron nada. Cada asiento contaba con un manual de Air Mall y una botella de agua pequeña.
El vuelo despegó considerablemente más tarde y la verdad estaba tan cansado que solo quería dormir. Increíblemente, aparte del agua, el trayecto no tuvo ningún tipo de servicio (aunque tenía menú a bordo de pago) lo que me parece tan raro para un vuelo de más de dos horas fuera del espacio Schengen. KLM o Aegean lo mantienen en vuelos más cortos dentro del espacio y en rutas menos transitadas. ¿Por qué Lufthansa, una aerolínea “5 estrellas” según Skytrax no lo tiene? Con todo, antes del aterrizaje, brindaron unos pequeños chocolates. Tomo lo que me den.
Aterrizamos con un retraso de más de una hora. El nuevo aeropuerto de Estambul es gigante. En verdad masivo, por lo que moverse por aquí es algo abrumador. Cuando al fin logré salir y llegar al hotel era pasada la medianoche. Después de más de un día entero viajado, escalas largas y con el cambio de hora solo quería dormir.
Esta es la séptima vez que me cruzo un mar y, debo decir, uno de los viajes más cansados que he hecho. De las tres aerolíneas que volé en este trayecto, me parece que Eurowings Discover fue la mejor. Comparable en servicios y amenidades que con prácticamente cualquier otra opción para llegar a Europa en economy (mis amigos que la volaron en business dicen que su producto en esta clase es bastante malo).
Era también mi primera vez viajando en Lufthansa y tengo que decir que en verdad deja mucho que desear. Si la comparo con las otras ocho aerolíneas europeas que he volado en rutas similares, es tal vez la peor, dada su fama de “excelencia”. Seguro toda su reputación quedó en el pasado.
A pesar de esto, considerando todas las opciones, este vuelo que tomé es, probablemente, la forma más barata y conveniente para llegar a Turquía, que a la final es lo que más importa.