Estuve en Chicago este pasado febrero y, caminado por el Magnificent Mile, me encontré con una exhibición de Harry Potter. Como obsesivo Potterhead que soy, obviamente tenía que entrar.
Esta atracción temporal está en el Water Tower Place, alado del 360 Chicago. Tengo entendido que es una versión corregida y mejorada de la exposición que viaja por el mundo, más interactiva y con nuevos ambientes. La entrada cuesta $50, la verdad bastante costosa para lo que terminó siendo, pero era algo que tenía que probar.
Hice la visita un domingo por la tarde y pude entrar enseguida, sin nada de fila, algo un poco sorprendente para una actividad de esta franquicia. En el ingreso hay una serie de carteles con frases célebres de los libros, las películas y se escucha música y diálogos de las ocho cintas durante todo el recorrido.
El primer ambiente es Privet Drive. Está la entrada de la casa con las lechuzas, la sala de los Dursley con una lluvia de cartas de Hogwarts y el cupboard under the stairs, donde se puede ver el “cuarto” de Harry. Es más un photo op pero también hay una resbaladera para los niños.
Desde aquí se sale a la plataforma 9 3/4, donde te puedes tomar una foto cruzando por la pared. Hice exactamente lo mismo en Londres, en el verdadero Kings Cross, pero siento que este montaje permite una mejor foto. Hay varios “cruces” para que múltiples visitantes se tomen la foto simultáneamente.
Desde aquí se pasa al Hogwarts Express, que es un chiste comparado con el que está en los parques. Sin embargo, lo que me gustó es que tiene una decoración de los trunks de los estudiantes similar a la que hay en la tienda de New York. También tiene un espacio donde te puedes sacar una foto en los barcos que llegan al castillo, aunque se ve totalmente falsa. Personalmente quitaría esta parte.
Posteriormente se cruza por unas puertas que llevan al Great Hall, con las velas flotantes y todo. El espacio, si bien algo chico, está muy bien hecho, incluyendo el grifo de Dumbledore.
Saliendo de este lugar se pasa por un corredor con una gigantografía del Mapa del Merodeador en un extremo y los cuadros de la oficina de Dumbledore en el otro, hasta llegar a la clase de pociones. Aquí supuestamente tienes que batir el caldero hasta que aparezca una imagen. Lo intenté varias veces y no funcionó.
Luego está lo que, me pareció, es la mejor parte. En una de las clases de Hogwarts puedes hacer que se eleve la pluma, tal cual la escena de Wingardum Leviosa en la primera película. Hay varios encargados que te motivan a que lo hagas y te filman.
La clase de Defense Against the Dark Arts está ocupada por Gilderoy Lockhart, lo que significa que la expo se lleva a cabo durante la Cámara de los Secretos (en el parque y los estudios está Lupin del Prisionero de Azkaban). Se proyectan los Cornish Pixies en la pared.
El campo de Quidditch te puedes tomar una foto volando en la escoba con un Quaffle o Snitch, pero solo te permiten hacerlo con los fotógrafos oficiales designados y luego hacen un montaje para que aparezcas volando en la cancha. También tiene unos pocos juegos tipo Arcade. Asimismo, saliendo de esta área hacen que te sientes frente a una cámara debajo del Sorting Hat y puedes comprar la foto a la salida.
Después de las imágenes entras al Forbidden Forest y te entregan una linterna que tienes que acercar a las paredes para ver los diferentes Patronus y a los Dementores. Está bien, pero es medio gimmicky.
El laberinto del Triwizard Tournament del Cáliz de Fuego está a continuación. Lo único bueno que tiene es que en el centro está el Whomping Willow. A lo que sales hay una recreación del Knight Bus y aquí termina la exhibición. También hay un bar de Butter Beer (infaltable en cualquier atracción del Wizarding World) y la obligatoria tienda de recuerdos. Cada botella de Butter Beer la vendían en $8, más costosa que en la tienda de New York y los recuerdos me parecieron imposibles de caros.
Además, si querías llevarte tu foto en el campo de Quidditch o bajo el Sorting Hat, solo la versión digital costaba $20, lo que me parece un robo. No compré ningún recuerdo, es más un capricho innecesario y llevo más de 20 años coleccionando cosas de Harry Potter, por lo que, la verdad, no necesito nada más.
Con esta visita he estado en prácticamente todas las experiencias que hay del Wizarding World alrededor del mundo y la verdad me deja con sentimientos mixtos. El costo me pareció extremadamente elevado y la verdad no te ofrece más que una serie de photo ops con “juegos” o interactividad mínima. El costo del Studio Tour en Londres es similar y no se puede ni comparar. Fue una de las actividades más gratificantes que he hecho en mi vida, por lo que Magic at Play en verdad me decepcionó.
Me esperaba mucho más. La verdad no necesitas más de una hora y media para completar toda la visita y creo que los cast members podrían mejorar su actitud. Parece que muchos en verdad no querían estar ahí.
Comparando los parques en Orlando, estudios en Londres y la tienda de New York, debo decir que Magic at Play Chicago es la más decepcionante, así sea por el elevado costo y experiencia deslucida. Pero, con todo, sigue siendo una atracción de Harry Potter. A pesar de todo, si en verdad eres un Potterhead, si se presenta la oportunidad de experimentar cualquier cosa que tenga que ver con el Wizarding World, hacerlo merece la pena.