Los imperdibles

The High Roller Las Vegas

He estado en Las Vegas varias veces a lo largo de mi vida, pero algo que nunca había hecho era visitar un mirador y apreciar el Strip en toda su gloria desde lo alto. Por ello, en esta ocasión, sabía que era algo que no me podía perder. Hay varias alternativas que ofrecen una versión de esta atracción en puntos estratégicos, que van más allá de tener un cuarto de hotel en uno de los pisos más altos con vista a esta calle. Considerando todas las opciones, escogí el High Roller.

Esta noria es la más grande del mundo, con 167 metros de alto, y permite una visión panorámica del espacio más icónico de Las Vegas. Es un recorrido que dura 30 minutos, algo similar al London Eye, que hice cuando estuve en Londres hace unos años, con algunos añadidos estratégicos que mejoran la experiencia.

Aunque me parece algo costoso para lo que es (el recorrido cuesta $35), ofrece una oportunidad excelente para sacar fotos increíbles. Rápidamente se ha convertido en una de las estructuras más icónicas del Strip y no es por nada que le han catalogado como la mejor vista de Las Vegas.

El High Roller está a lo que finaliza The Linq Promenade, al frente del Caesar’s Palace y cerca del hotel Flamingo. Fui a la atracción con un amigo a lo que se ponía el sol, esperando ver la ciudad con la luz del día y por la noche también. Sin embargo, la naturaleza me traicionó y no anocheció hasta que concluyó el recorrido. En fin, no se puede tener todo y las vistas con el atardecer igual están bien.

No sé si tuvimos suerte, ya que a esa hora la concurrencia de gente era baja, pero no hicimos nada de fila para entrar y las cabinas fueron asignadas de acuerdo al grupo con el que estabas. En el London Eye las llenan hasta el máximo de su capacidad y te toca compartirla con decenas de desconocidos.

Las cabinas tienen pantallas donde te van contando la historia de la ciudad mientras avanza en recorrido. También comparan la altura del High Roller con otras estructuras famosas, como la Torre Eiffel o las pirámides de Giza.

A lo que se aproxima al punto más alto, las pantallas reproducen un conteo y la noria se queda detenida por unos minutos, dándote la oportunidad de sacar buenas fotos o videos. Es un buen detalle y estoy seguro que, si vas en un grupo grande, es aún más emocionante.

Saqué cientos de fotos desde todas las perspectivas, tanto en la subida como en el descenso. Solo me hubiera gustado que los vidrios de las cápsulas estén un poco más limpios. En la mayoría de los casos la cámara capta el residuo del jabón que usan para limpiarlas, sobre todo el reflejo del sol a lo que cae, lo que impide sacar las imágenes más nítidas.

Algo que me gusta de esta atracción es su ubicación. The Linq Promenade es una plaza comercial al aire libre que tiene múltiples bares y restaurantes, por lo que ir a tomar algo en uno de ellos y hacer people watching es una gran forma de finalizar la vuelta.

Aunque no sé si catalogar al High Roller como un imperdible absoluto de Las Vegas, creo que es una alternativa genial y cumple lo que promete. Hay otros miradores que igual ofrecen vistas impresionantes del Strip y hasta son más baratos, pero este lo lleva más allá. Es más una experiencia completa que solo una plataforma de observación.

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